Caminando por el abismo utópico de los palomares, te das cuenta que el siglo XXI que nos toca vivir es el siglo de las extinciones "rurales". Viejos pajares, hornos, cuadras, bodegas, pallozas, molinos, paneras, palomares están volviendo a la tierra. La sombra del olvido acecha sobre estas construcciones y sobre gran parte de los pueblos de nuestro país. Están agonizando y muriendo poco a poco. Cuando perdemos nuestra identidad, algo de nosotros se pierde para siempre. Los palomares están huérfanos de palomas, pichones y de paisanos y paisanas que los cuiden. Huerta con palomar, paraíso terrenal y l@s utópic@s añadimos que tomates con palomina, la utopía no se desencamina. #SalvemosLosPalomares Irma Basarte10.-